ACTITUD
Como ya hemos visto, hay una “CORRIENTE” constante de pensamientos, sentimientos, imágenes, impresiones sensoriales, emociones, estados mentales y recuerdos en nuestro entorno interior que son como un eco del pasado, y que se manifiestan de manera autónoma. Su contenido está lleno de todas nuestras experiencias pasadas, fragmentos de una memoria, una imagen, un olor, de palabras pronunciadas en una discusión de una esencia emocional, de un viejo sentimiento de inseguridad, etc. No está organizada cronológicamente aunque a veces intentamos organizarla, analizarla, interpretarla y manipularla, al hacer esto, se canaliza en las historias actuales de nuestras vidas, lo que explica la dificultad que tenemos de asentar la mente.
ENTRENANDO LA ACTITUD
Antes de considerar cómo entrenar en la actitud vamos a averiguar cuál es nuestra actitud, todo lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo que deberíamos hacer o no deberíamos hacer, lo que es bueno o malo, lo que está bien o no, todo esto conforma nuestra actitud. Es enormemente significativo porque estas actitudes moldean nuestras vidas y determinan si somos felices o infelices.
Las emociones y los pensamientos surgen dentro de esta “corriente”, pero ésta no proyecta ningún juicio de valor, es la mente quien hace esto, continuamente analizando la “corriente”. Sobre la base de nuestra preferencia y reactividad tratamos de reorganizar o deshacernos de lo que no nos gusta; de mi ira, de los pensamientos dolorosos, de esta depresión, cuando descubrimos que no podemos deshacernos de estas experiencias a través de la directa intervención, recurrimos a la negación, entonces nos involucramos en el autoengaño, luego proyectamos nuestros propios problemas psicológicos dolorosos y no resueltos sobre los demás y los culpamos por la forma en que nos sentimos.
Cuando, a través de esta estratagema cruel y auto-destructiva, tratamos de superponer una alternativa positiva o preferida a lo que realmente está allí, enterrando la cabeza en la arena para deshacernos de las cosas negativas, simplemente las refuerza y fortalece, y pensamos que así es como somos quienes somos. Cuando entrenamos en Mindfulness, es nuestra actitud y a nosotr@s mism@s a quien entrenamos para no saltar a la “corriente” cada vez que un pensamiento aparece.
Antes de considerar cómo entrenar en la actitud vamos a averiguar cuál es nuestra actitud, todo lo que nos gusta y lo que no nos gusta, lo que deberíamos hacer o no deberíamos hacer, lo que es bueno o malo, lo que está bien o no, todo esto conforma nuestra actitud. Es enormemente significativo porque estas actitudes moldean nuestras vidas y determinan si somos felices o infelices.
Las emociones y los pensamientos surgen dentro de esta “corriente”, pero ésta no proyecta ningún juicio de valor, es la mente quien hace esto, continuamente analizando la “corriente”. Sobre la base de nuestra preferencia y reactividad tratamos de reorganizar o deshacernos de lo que no nos gusta; de mi ira, de los pensamientos dolorosos, de esta depresión, cuando descubrimos que no podemos deshacernos de estas experiencias a través de la directa intervención, recurrimos a la negación, entonces nos involucramos en el autoengaño, luego proyectamos nuestros propios problemas psicológicos dolorosos y no resueltos sobre los demás y los culpamos por la forma en que nos sentimos.
Cuando, a través de esta estratagema cruel y auto-destructiva, tratamos de superponer una alternativa positiva o preferida a lo que realmente está allí, enterrando la cabeza en la arena para deshacernos de las cosas negativas, simplemente las refuerza y fortalece, y pensamos que así es como somos quienes somos. Cuando entrenamos en Mindfulness, es nuestra actitud y a nosotr@s mism@s a quien entrenamos para no saltar a la “corriente” cada vez que un pensamiento aparece.
REVISANDO LA DEFINICIÓN Y LA ACTITUD DE MINDFULNESS
El elemento principal de nuestro aprendizaje consiste en traer nuestra atención de nuevo al soporte para volver a momento presente, así comenzamos a descubrir que todo ocurre en el momento. Nuestro aprendizaje mejora nuestra conciencia de lo que está ocurriendo, porque permanecemos presentes con él, en lugar de alejarnos hacia la distracción, una definición de Mindfulness: “saber lo que está sucediendo mientras está sucediendo”, abarca estar en el momento conscientemente, por lo tanto, hay un elemento de atención alerta, pero de una forma que es relajada y abierta.
El siguiente elemento que necesitamos añadir a nuestra definición se relaciona con las sutiles actitudes de preferencia, tenemos una actitud de preferencia inconsciente y la mayoría de nuestro sufrimiento en nuestra vida surge de ella, la actitud o preferencia constituye la base de todos nuestros juicios, evaluaciones y reacciones a nuestro entorno. Este segundo aspecto de nuestro aprendizaje implica aprender a reconocer la preferencia y dejar ir porque la preferencia resulta de no aceptar completamente como somos, por ejemplo, estamos practicando Mindfulness y surge un sentimiento de ira, el sistema de preferencias dice “la ira es mala… no quiero sentirla”, esta actitud establece una amplia gama de reacciones secundarias tales como culpa, frustración, sensación de fracaso e insuficiencia, resultado de no aceptar la existencia de la ira. Así nuestra definición completa de Mindfulness es: “saber lo que está sucediendo mientras está sucediendo, con atención alerta, de forma relajada y abierta, sin importar lo que sea, ni preferencias”.
El elemento principal de nuestro aprendizaje consiste en traer nuestra atención de nuevo al soporte para volver a momento presente, así comenzamos a descubrir que todo ocurre en el momento. Nuestro aprendizaje mejora nuestra conciencia de lo que está ocurriendo, porque permanecemos presentes con él, en lugar de alejarnos hacia la distracción, una definición de Mindfulness: “saber lo que está sucediendo mientras está sucediendo”, abarca estar en el momento conscientemente, por lo tanto, hay un elemento de atención alerta, pero de una forma que es relajada y abierta.
El siguiente elemento que necesitamos añadir a nuestra definición se relaciona con las sutiles actitudes de preferencia, tenemos una actitud de preferencia inconsciente y la mayoría de nuestro sufrimiento en nuestra vida surge de ella, la actitud o preferencia constituye la base de todos nuestros juicios, evaluaciones y reacciones a nuestro entorno. Este segundo aspecto de nuestro aprendizaje implica aprender a reconocer la preferencia y dejar ir porque la preferencia resulta de no aceptar completamente como somos, por ejemplo, estamos practicando Mindfulness y surge un sentimiento de ira, el sistema de preferencias dice “la ira es mala… no quiero sentirla”, esta actitud establece una amplia gama de reacciones secundarias tales como culpa, frustración, sensación de fracaso e insuficiencia, resultado de no aceptar la existencia de la ira. Así nuestra definición completa de Mindfulness es: “saber lo que está sucediendo mientras está sucediendo, con atención alerta, de forma relajada y abierta, sin importar lo que sea, ni preferencias”.